A Caidas Aprendí...
Cuan Chico y con inicios de rechazo por temor, pero la inquietud temprana y el deseo de reir y experimentar nos dió el gran aliento por subir... caída, tras caída, confundidas entre el llanto y las carcajadas ajenas (algunas veces propias), hacían montar e invadir un carril callejero y emprender algún viaje, corto inicial y largo posterior, lo cual hizo subir parte de nuestra infancia sobre dos llantas o para los más temerosos sobre cuatro...